
Ni la lluvia ni el frío de estos días en la comarca del Almanzora han impedido que el estreno del último montaje del Grupo de Teatro Tarambana, «Las cuñadas» de Michel Tremblay, sea un éxito rotundo.
Las entradas volaron. Tanto, que el estreno se ha tenido que reprogramar hasta en tres ocasiones, porque la respuesta de sus numerosos seguidores ha hecho que el Espacio Escénico de Olula del Río se quedase pequeño.
El miércoles fue la primera función de varias que están programadas. Con Las cuñadas, nos trasladamos al año 1965. A Encarna Lozano le han tocado un millón de cupones en “El Ahorro del Hogar” y decide invitar a su hermana y sus vecinas para pegarlos en las cartillas.
Su hija fina, su hermana Rosa, doña Antonia, Enriqueta, la señorita Ramona, la Señorita Angelines o Teresa, son algunas de las mujeres de la época con las que a buen seguro muchas de las presentes en el auditorio se sintieron identificadas.
En sus más de treinta años sobre el escenario, Tarambana, como siempre, nos deja una puerta abierta a la reflexión. Las cuñadas, aparte de reír nos hicieron pensar, y es que en aquella época hubo mujeres que aprendieron a reír a los 50 años, y aún así, eran juzgadas por la sociedad.
Bajo el manto de la comedia, Tarambana hila fino en estas fechas tan significativas.
Tarambana si algo tiene, es que con ellas el disfrute y el pellizco están asegurados. La gira continúa, no se las pierdan; Partaloa o Purchena forman parte de una agenda inconclusa, al más fiel estilo de este grupo de teatro amateur, siempre dispuesto a llevar la realidad hasta casi el absurdo.