
Por Gerardo Vazquez. Especialista en asuntos inmobiliarios para no residentes del despacho vazquezlawyers.com
BRUTAL AUMENTO DE IMPUESTOS PARA LOS COMPRADORES BRITÁNICOS DE CASAS EN ESPAÑA
No estoy seguro de si al gobierno socialista-comunista de España le gustan los compradores extranjeros. Desde luego no parece demostrarlo. De hecho, uno podría llegar a la conclusión contraria.
Un ejemplo reciente de esto es la eliminación de la visa dorada en España, mediante la cual personas de un elevado nivel adquisitivo podían comprar una propiedad española de valor sustancial y obtener un visado de residencia a cambio. La eliminación de esta posibilidad pronto entrará en vigor.
Ahora, en un discurso reciente del Presidente español, Pedro Sánchez, ciertamente parece haber «puesto el gato entre las palomas» como bien dicen los británicos.
Se entiende que ha anunciado que su gobierno propone duplicar el impuesto sobre transmisiones patrimoniales a los compradores no residentes en la UE de bienes inmuebles en España. Ello afectaría de lleno a compradores residentes en el Reino Unido – ya sabéis por eso del Brexit.
Una subida de impuestos tan drástica significaría que el impuesto aumentaría para estos inversores del 7% al 14% en Andalucía, siendo el aumento aún mayor en algunas otras partes de España; por ejemplo en la Comunidad Valenciana el tipo impositivo subiría para los castigados británicos hasta el 20% por lo general. Por ejemplo, para una vivienda de 200.000 Euros, el impuesto sería de unos pocos 40.000 Euros de nada.
Pero es que puede ser peor, aunque me resisto a creerlo. Escuchando al Presidente, lo que dice textualmente, es que la intención es incrementar el impuesto para estos compradores hasta el 100% del valor del inmueble. Es decir, se duplicaría el valor de compra. Me resisto a creer tal barbaridad jurídica, pero en estos tiempos, quien sabe.
Uno habría pensado que aumentar los impuestos no siempre es la mejor manera de promover el crecimiento, la inversión y la creación de riqueza en España, pero parece que cada edificio público en España debería tener un letrero a su entrada que diga «en caso de emergencia tirar de impuestos».