
Exposiciones, charlas y un libro servirán para recodar a una de las figuras fundamentales de la cultura almeriense del último tercio del siglo XX.
El pasado 20 de noviembre de 2025, tal y como publicaban las redes sociales del Museo de Arte doña Pakyta, Bartolomé Marín Fernández (Albox, 1925 – Almería, 2010) habría cumplido 100 años.
Aunque para algunos el de este albojense y almeriense de pro tal vez sólo sea un nombre más, otros muchos reconocerán en Bartolomé Marín a una figura fundamental de la Almería del último tercio del siglo XX y comienzos del XXI. Bien conocido tanto por su labor pastoral, generosa entrega a los demás –recordemos, entre otras acciones, su inestimable labor al frente del comedor Siquem– y su labor docente en diversos centros locales, como por su fundamental aportación a la Cultura almeriense, a través de su labor al frente de la Tertulia Indaliana o el apoyo que brindó a buena parte de los artistas que entonces expusieron en las salas y galerías almerienses, y su polifacética, y en muchos casos silenciosa, actividad artística como caricaturista –sin duda su faceta más conocida para el gran público por su continua presencia en la prensa provincial–, dibujante, ilustrador, pintor, escritor, poeta o, eventual, compositor.
Un humanista de espíritu renacentista cuya ejemplar figura se quiere reivindicar y poner en valor desde la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino en tan señalada efeméride a través de un amplio y variado programa de actividades culturales. Un proyecto coordinado por Juan Manuel Martín Robles, director de la Fundación, para el cual la institución con sede en Olula del Río ha contado con la colaboración de los Ayuntamientos de Almería y Albox, y la Diputación Provincial de Almería, así como de las sobrinas del añorado sacerdote e intelectual, María Dolores y Fátima Mármol Marín, quienes en el año 2017 confiaron la custodia y gestión del “Legado Bartolomé Marín” a la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino.
Para tan importante ocasión se han programado un total de 3 exposiciones temporales en Almería, Olula del Río y Albox, un ciclo de conferencias y la edición de un libro misceláneo sobre la figura de Bartolomé Marín.
De las tres exposiciones programadas, la primera de ella ya puede disfrutarse en el Museo de Arte doña Pakyta de Almería. Un espacio municipal que acoge, como “obra invitada”, una pequeña muestra de caricaturas originales de pintores almerienses –los indalianos Perceval, Rueda, Cañadas, Cantón Checa y Miguel Martínez, y el acuarelista Dionisio Godoy– y una autocaricatura. Siete magníficos ejemplos del buen hacer de Marín como dibujante y retratista.
Tras la muestra de estas caricaturas, que podrán verse en el Museo de Arte Doña Pakyta hasta el próximo 30 de noviembre, la Fundación ha preparado dos exposiciones de gran formato para las Salas temporales del Museo Ibáñez de Olula del Río, donde se podrán descubrir todas las facetas artísticas de Bartolomé Marín, exponiéndose dibujos, pinturas, caricaturas e ilustraciones originales de distintas etapas, y para la Sala de Exposiciones “Andrés García Ibáñez” de Albox. Espacio municipal en el que se colgará una amplia selección de las numerosísimas caricaturas de personajes almerienses realizadas por Marín a lo largo de décadas.
Estas dos exposiciones se abrirán al público en la segunda quincena de diciembre y podrán disfrutarse hasta febrero de 2026.
Antes de la inauguración de estas 2 muestras, el Museo de Arte doña Pakyta de Almería acogerá, a lo largo de la primera quincena de diciembre, el ciclo de conferencias organizado por la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino para analizar, desde diversas visiones, la polifacética figura de Bartolomé Marín.
El ciclo dará comienzo el jueves 4 de diciembre con una aproximación biográfica y emocional a la figura del padre Bartolomé, a cargo de María Dolores Mármol (Historiadora del Arte y sobrina del homenajeado). El análisis de la intensa actividad pastoral y social de Marín correrá a cargo de don Francisco Escámez (Doctor en Historia y miembro del cabildo catedralicio de la Catedral de Almería). Será el tema de la segunda conferencia, que tendrá lugar el miércoles 10 de diciembre.
Las dos siguientes conferencias se centrarán en la labor plástica de Bartolomé Marín. De su producción de temática religiosa, buena parte de ella conservada en el Santuario de El Saliente de Albox, se ocupará Alejandro A. Zamora Galera (Historiador del Arte y conservador del Museo de Arte de Almería), el jueves 11 de diciembre. Para cerrar el ciclo, Juan Manuel Martín (Doctor en Historia del Arte y Director de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino) ofrecerá el miércoles 17 de diciembre una visión general de Bartolomé Marín como artista, con especial atención a sus pinturas, dibujos y caricaturas, haciendo un amplio recorrido visual por su producción.
Todas las conferencias darán inicio a las 18:30 horas y serán de entrada libre, hasta completar aforo.
Como colofón a este centenario, desde la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino se llevará a cabo la edición de una publicación a través de la cual mostrar las diversas facetas de Bartolomé Marín. Desde su perfil biográfico y personal, hasta sus estrechos vínculos con el arte y la cultura almeriense contemporánea, pasando por su labor sacerdotal y social. Una publicación que no sólo permitirá al lector acercarse a la vida y labor de Marín, sino también conocer casi en su totalidad la obra plástica desarrollada por éste, ya que se está llevando a cabo una completa labor de catalogación de todas sus caricaturas, dibujos, ilustraciones y pinturas.
La publicación, coordinada por Juan Manuel Martín y María Dolores Mármol, cuenta con textos de los propios coordinadores, así como de Fátima Mármol Marín, Manuel Pozo Oller, Francisco Escámez Mañas, Antonio J. Saldaña Martínez, Valeriano Sánchez Ramos, Francisco de la Torre, Alejandro A. Zamora Galera y Andrés García Ibáñez, además del testimonio personal de diversas personas que tuvieron un trato cercano con el padre Bartolomé, fueron alumnos suyos o formaron parte de algunos de los proyectos sociales que puso en marcha a lo largo de su intensa vida. Concediéndose así a la publicación tanto un carácter académico, a través del cual reconocer la importante labor desarrollada por el sacerdote e intelectual a lo largo de décadas, como una íntima cercanía que permita al lector hacerse una idea de la calidad humana de aquel que en numerosas ocasiones siempre se definió a sí mismo señalando que él, en el fondo, sólo “era un sacerdote, un hombre de Dios”.
