Más de 3000 personas dicen “no” al Impuesto de Sucesiones en Almería

Unas 3000 personas se han congregado en Almería para decirle a la Junta de Andalucía de manera tajante que está contra el “atraco” que supone el Impuesto de Sucesiones y Donaciones en Andalucía, pues es la Comunidad Autónoma en la que más se paga por él, motivo por el que los tres colectivos convocantes de la movilización (PACIS, STOP IMPUESTO DE SUCESIONES Y STOP SUCESIONES) exigen la bonificación al 99,99% como ocurre en numerosas comunidades autónomas.

La manifestación ha transcurrido con normalidad al grito de “Susana, ladrona” o “Almería ya está aquí” para reivindicar lo que es justo, que no seamos la comunidad más cara de España, llegando a pagar hasta 1.000 veces más que en otros sitios del país.

Manifiesto de Almería por la bonificación al 99,99% del Impuesto de Sucesiones y Donaciones en Andalucía

Nos hemos reunido hoy aquí, en Almería, ciudadanos libres, personas decentes conscientes del atraco que supone el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y que deseamos un mundo mejor que el que nos imponen nuestros políticos. Convocados por las plataformas PACIS, STOP Impuesto Sucesiones y StopSucesiones, venimos convencidos de que nos asisten la Justicia y la decencia y de que tenemos en contra a personas a las que la política, el egoísmo, el poder, la soberbia y la codicia han despojado de toda humanidad y humildad, hasta el punto de imponernos desde el poder políticas erróneas, erráticas y claramente injustas que causan graves daños, perjuicios e indignación cívica.

Estamos hoy aquí para demostrar ante la sociedad y las autoridades que vamos a luchar, pacífica pero firmemente, contra el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, el más impopular, injusto, anticonstitucional, cruel, indecente e ignominioso de los impuestos vigentes en España y que nos cobra la Junta de Andalucía. Sabemos que tenemos la razón de nuestra parte y también sabemos que tarde o temprano ganaremos esta batalla porque la verdad y la razón, por mucho que se empeñen en impedirlo los malos políticos y los codiciosos, terminan siempre por imponerse.

Los que estamos aquí reunidos no anhelamos el enfrentamiento, ni disfrutamos luchando contra unos políticos que deberían ser nuestros representantes y aliados, en lugar de nuestros esquilmadores. Estamos aquí para defender la verdad y porque, al ser educados en la decencia y en los valores, nos molesta la mezquindad, la bajeza y la indecencia. 

Este Impuesto, contra el que cada día somos más los que combatimos unidos, es UNA CANALLADA porque atenta contra la igualdad entre españoles y la protección de la familia, consagradas en la Constitución Española, al facultar la brutalidad de que quien herede en Andalucía, Asturias, Aragón o Extremadura tenga que pagar cien o mil veces más que quien o haga en Madrid o Canarias.

Es también UNA GRAN ESTAFA, un engaño típico de políticos antidemocráticos y sin ética, basado en una sobrevaloración caprichosa de los bienes, opacidad y trucos por parte de la Junta de Andalucía, siempre orientados a expoliar cuanto más dinero mejor a los ciudadanos.

Este impuesto es también fruto de UNA GRAN MENTIRA, pues los políticos usureros de la Junta de Andalucía que lo imponen afirman que es un impuesto para ricos. Nada más lejos de la verdad cuando las estadísticas oficiales y los que aquí estamos sabemos que es un impuesto que golpea, sobre todo, a las clases medias y trabajadoras, a los autónomos, a los artesanos y a los pequeños comerciantes y empresarios.

Pero este impuesto es también UNA GRAN TRAICIÓN de la Junta de Andalucía. Nuestros abuelos y nuestros padres sabían, como sabemos nosotros, que ahorrar e invertir en empresas y viviendas es la manera más decente de garantizar el futuro de nuestros hijos sin tener que depender de los demás, consiguiendo de esta manera, además, una sociedad más fuerte y más próspera con menos necesitados. Ahora, con una bajeza moral insoportable en democracia, nos arrebatan aquellas inversiones y bienes adquiridos con el esfuerzo y el trabajo honrado, condenando a nuestros hijos a un futuro muy negro, a los trabajadores de muchas empresas al paro y a toda la sociedad a un esfuerzo mayor para socorrer a esas personas que no necesitarían ayuda si los políticos no las hubieran despojado de su patrimonio familiar.

Miles de herederos están renunciando al legado que reciben de sus mayores porque los impuestos que les cobra la Junta de Andalucía son desproporcionados e inasumibles. Tenemos en nuestras asociaciones cientos de casos documentados que reflejan un dolor, una desigualdad, una injusticia y una discriminación impropias de un Estado cabal y democrático.

 El Impuesto de Sucesiones y Donaciones depende del Estado, quien tiene la potestad para eliminarlo, pero se encuentra cedido en su gestión, régimen, recaudación y cobro a las Comunidades Autónomas. Esto les ha posibilitado que hayan establecido determinado número de reducciones fiscales respecto al mismo. En la actualidad, las desigualdades se han acentuado de tal forma que la Junta de Andalucía obliga a pagar por el mismo hecho imponible (heredar de los padres) cien veces más que en Madrid y mil veces más que en Canarias. Tamaña desigualdad tributaria genera situaciones discriminatorias para quienes residen o trabajan en Andalucía o para aquéllos que ha decidido implantar su negocio en ella, que por este mero hecho se ven penalizados y discriminados frente a otros ciudadanos españoles que residen fuera de su territorio.

Nos dirigimos hoy muy especialmente a la Junta de Andalucía, responsable de la crueldad e inmoralidad de aplicarlo al máximo, sin bonificarlo como hacen otros gobiernos autonómicos, con el obsceno ánimo de esquilmar a los vivos y burlar la voluntad de los muertos. Es, sin duda, el impuesto más injusto, antidemocrático, desigual, cruel y anticonstitucional de España. Un tributo que, por su vileza intrínseca, evidencia que hay políticos tan carroñeros que después de esquimarte en vida te roban después de muerto para que no te puedas ir en paz. Es el caso de Susana Díaz, quien, no contenta con expoliar a los andaluces, pide la “armonización” con la intención de que ningún otro español pueda tampoco escapar a su voracidad.

Principio del formulario

Queremos expresar con firmeza y asumiendo todas sus consecuencias que estamos decididos a dedicar una parte importante del resto de nuestras vidas a luchar contra esta estafa cruel, carente de derecho y de razón, uno de los abusos de poder más bochornosos existentes en la España de hoy cometido por la Junta de Andalucía.

Algunos miembros de la Junta de Andalucía nos dicen en privado que tenemos razón, que este impuesto es injusto y que no debería existir, pero no hacen nada por eliminarlo, ni son capaces de tener el gesto honrado que han tenido otros dirigentes de otras comunidades, bonificándolo y casi eliminando sus consecuencias depredadoras. Son cobardes, codiciosos e inhumanos que reconocen con la boca pequeña la injusticia de este impuesto para quedar bien, pero ni se atreven ni quieren eliminarlo.

Nos dicen también, con descaro y sin ética, que la Junta de Andalucía no puede prescindir de ese dinero, cuando sabemos que prescinde de cantidad mayores, que devuelve dinero por incapacidad para gastarlo y que está retrasando voluntariamente cobros, como los de los EREs mafiosos, quizás esperando que prescriban y así sus amigos beneficiados no tengan que pagar lo estafado a la ciudadanía. Pues bien, aquí le presentamos a la Junta de Andalucía un listado de gastos perfectamente prescindibles:

  • Entre Administración paralela de la Junta Andalucía, embajadas en el extranjero y asesores políticos: casi 7.000 millones.
  • Entre los dos principales casos de corrupción del mundo occidental, ambos de la Junta de Andalucía, 4.200 millones (robo de los ERE 1200 millones y robo de los cursos de formación, 3.000 millones)

Es decir, más de 11.000 millones de euros entre derroche y corrupción, mientras que por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones se reacudan unos 400 millones al año. Y, con estas cifras, ¿tiene la desvergüenza Susana Díaz de hacer demagogia y decir que necesita robarle a los muertos para pagar la Educación y la Sanidad de la Junta de Andalucía? Es miserable, indignante y repudiable.

 Por todo ello:

¡¡¡Almería, Andalucía, Unida contra el Impuesto de Sucesiones y Donaciones que nos cobra la Junta de Andalucía!!! 

Hoy asistimos a un espectáculo de civismo y rebelión verdaderamente hermoso y valioso, porque siempre es apasionante y emotivo contemplar la lucha de un pueblo unido contra el mal y la arbitrariedad del poder de la Junta de Andalucía, sin colores políticos, sin partidismos, sin otro motivo que la lucha contra lo que es indecente e injusto.

El pueblo, cansado y hastiado, ya no votará a los hijos de la codicia y de la corrupción que han gestionado el poder en las últimas décadas. Ahora ha decidido votar a los políticos austeros, a los honrados y a los que creen que el dinero debe estar, sobre todo, en el bolsillo del ciudadano, que es donde crea riqueza y felicidad, no en manos de unas administraciones poco eficientes y menos virtuosas, a las que, con una frecuencia infernal y desesperante, se les pierden los fondos públicos, que terminan muchas veces, por desgracia y por vicio, en el bolsillo de corruptos y desaprensivos que poseen más poder del que merecen.