
La pared pertenece a una casa que el Ayuntamiento adquirió en 2019
El pasado martes 3 de octubre, sobre las 20 horas, los vecinos de la zona conocida como el Castillo de Purchena, se asustaron al escuchar un fuerte ruido.
Como si fuera una explosión, un antiguo muro en una casa abandonada en la calle Suflí, propiedad del Ayuntamiento de Purchena desde 2019, cayó desde una altura considerable, sobre una de las pequeñas callejuelas que comunican la barriada.
“Ha sido una desgracia con suerte”, asegura a La Comarca Noticias, Lola, una vecina que vive a escasos metros del lugar, cuya familia la integran varios menores. “El muro cayó a una hora donde no había nadie, ni los niños que van a la escuela, ni una hora donde pueden estar jugando o algún mayor tomando el fresco”, dice esta vecina, indignada por el estado en el que se encuentra su barrio.
Si uno observa con detenimiento el estado de la vivienda, verá que hay una casa en un estado deplorable. En la segunda altura tiene una pared a punto de desprenderse y una raja en otra pared que va de arriba abajo. “Podría haberse muerto alguien”, continúan los vecinos, quienes nos confirman que desde el primer momento han dado parte a las autoridades locales para que actúen en lo inmediato.
“Llevamos años viviendo como animales. La barredora municipal la vemos una vez al año, aquí limpiamos los vecinos. No tenemos luz en las farolas, nadie pinta los muros ni las barandas. Si nos dan un bote de pintura lo hacemos nosotros mismos”, afirman, mientras observamos una rampa que no va a ningún lado. Mientras charlamos, le avisan a un viandante que no suba por allí, porque la rampa acaba en una pared. Indagamos acerca de la curiosa rampa y nos cuentan que allí, alguna vez alguien prometió construir un parque, “nunca lo hicieron, solo lo hacen en la parte de abajo del pueblo”, manifiestan en forma de reclamo. Por ahora, el camino no lleva a ningún lado.

Mientras pasamos por arriba de los escombros, los operarios que están quitando los restos del muro que están esparcidos por el suelo, nos explican que la casa está para derribarla y en eso está el ayuntamiento. Desde el consistorio nos confirman la información. “Hemos logrado conseguir autorización para echarla abajo. La construcción representa un verdadero peligro. Los vecinos tienen razón y nuestra obligación es velar por su seguridad. Es una zona que ha estado muy descuidada, falta mantenimiento y nosotros nos hemos comprometido a actuar con la mayor celeridad posible. Es una muestra de cómo se encontraba el municipio cuando asumimos en junio. Nos queda mucho trabajo por delante”.
