El hombre falleció y los sanitarios solo pudieron certificar el deceso. Sucedió en 2012
La muerte de Antonio Mondejar Pérez, fue noticia en el año 2012, un vecino que tuvo que esperar 4 horas para que se trasladara una ambulancia a auxiliarlo. Cuando llegó la ambulancia, los sanitarios solo pudieron certificar su muerte.
Hoy exactamente 7 años después el Juzgado de lo Contencioso Administrativo Nº 3 de Almería ha dictado una sentencia, tramitada por los servicios jurídicos de la asociación ‘El Defensor del Paciente’, que condena a la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias de la Junta de Andalucía a que indemnice con 216.404 euros a una viuda y a sus tres hijos por la muerte del que fue cónyuge y padre. Según la sentencia, la muerte , se produjo como consecuencia de una “actuación negligente” de la empresa pública de emergencias.
Se trataba de un vecino de Sierro de 63 años de edad, quien fallecía el domingo 4 de marzo del 2012, después de que el viernes 2 acudiera al Centro de Salud de Macael, aquejado según la familia por un ataque de gota “y donde el médico le puso un tratamiento, le pinchó y le mandó unas pastillas”. El domingo y siempre según el testimonio de la familia, ante el empeoramiento de salud de este vecino, llamaron al 061 para solicitar atención médica ya que tal y como explicaba Silvia, la hija del fallecido, “mi padre estaba muy mareado, tenía las piernas hinchadas, le dolían los brazos y estaba vomitando. Dejamos de darle las pastillas porque se encontraba mucho peor”.
Según relató la familia entonces y los propios vecinos que acudieron al lugar, la primera de las llamadas se realizaba sobre las doce del mediodía, y denunciaban que la ambulancia no llegó hasta casi las cuatro de la tarde. “La ambulancia tardó casi cuatro horas en llegar y cuando lo hizo, mi padre ya estaba muerto. Llamamos en varias ocasiones y nos dijeron que la ambulancia de Macael estaba de servicio” añadía Silvia, la hija de este vecino conocido como “Antonio El Culón” que aunque en un primer momento ella se encontraba en Suflí, fue su hermano Antonio el primero en llamar a la ambulancia. “Mi hermano Antonio me dijo que había pedido una ambulancia y no venían, me pidió que llamara yo, así que llamé en varias ocasiones y hasta que no me puse seria, me decían que no había ambulancia. Finalmente la ambulancia llegó después de las tres y media de la tarde cuando mi padre ya estaba muerto, vino el médico, miró, y se fue sin decir nada”, cuenta Silvia, una de las hijas que junto a sus hermanos posteriormente interpusieron una denuncia por “falta de asistencia”.
Ahora ha quedado acreditado que “por parte del centro de coordinación de emergencias se restó importancia al cuadro; hubo un fallo de coordinación del centro de emergencias que condujo a que no se activaran otros recursos disponibles, y en consecuencia se demorara injustificadamente la asistencia médica urgente.
En consecuencia, la sentencia fechada el 21 de marzo de 2019, condena a la Empresa Pública de Emergencias- dependiente de la Junta de Andalucía- a que indemnice a la viuda y a sus hijos por la muerte en la cantidad de 216.404 euros, más los intereses legales
Días después del fallecimiento, en el municipio de Sierro se llevó a cabo una manifestación con lectura de un manifiesto, al que acudían unas 400 personas.