Piedad posa junto a quienes la auxiliaron, una vez superado el susto.
Sucedió el pasado 12 de marzo, sobre las doce y media de la noche, cuando Piedad pudo ser rescatada después de haber pasado 13 horas encerrada en un ascensor.
La vecina de Tíjola, realizaba labores de limpieza en un edificio de cuatro plantas ubicada en la avenida Virgen del Socorro, cuyos propietarios no residen en el inmueble.
El aviso fue recibido en el Puesto de la Guardia Civil de Tíjola pasada la medianoche, cuando una hija de la afectada informó que su madre no había regresado a su domicilio tras finalizar su jornada laboral y no respondía a las llamadas telefónicas. Piedad había dejado su teléfono en la planta inferior, montó en el ascensor y éste se quedó parado, lo que provocó que a pesar de los pedidos de auxilio, nadie escuchara los gritos que procedían del interior del ascensor.
Ante la probabilidad que la mujer se encontrase en el interior de una vivienda en particular, los agentes iniciaron las gestiones para su localización en colaboración con el Centro de Mando y Control de la Guardia Civil de Almería (062). Tras gestionar el acceso con el propietario del inmueble, los efectivos pudieron inspeccionar las zonas exteriores y observaron que el montacargas permanecía bloqueado entre la primera y la segunda planta. Tras reiterados intentos de contacto, lograron escuchar una respuesta débil desde el interior del ascensor, confirmando así la presencia de la afectada.
De manera inmediata, dos dotaciones de Bomberos del Levante Almeriense desplazados al lugar procedieron a la apertura del ascensor, logrando liberar a Piedad, quien presentaba síntomas de deshidratación y desorientación siendo asistida por los servicios sanitarios del Centro de Salud de Tíjola.